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es mi primera historia, espero que la disfruten
esjoy

el revólver esta bien cargado
By:anatole zoldik


Un sujeto parado a lo lejos me mira, me grita, me escupe, sus vestiduras son elegantes y bien puestas; un pantalón negro, que hace juego con el bestón que lleva puesto y una camisa blanca cuello Mao.

Me sigue mirando con desprecio, insulta a la gente de su alrededor, les escupe, les grita improperios. Parece conocerme, me dice cosas que son verdad, me dice cosas que me duelen. Camino hacia él, levanto mi brazo a la altura de mi hombro y lo estiro, lo siento pesado.

Veo a dos sujetos idénticos uno apunta con algo al otro. Ambos están vestidos de formas parecidas. El viento comienza a soplar, el abrigo del que apunta se mueve al compás del viento; introduce una de sus manos en el bolsillo del abrigo, el otro, con mirada desafiante, mete ambas manos en sus bolsillos, parece no ocultar nada, ninguno de los dos sujetos me ve, ninguno de ellos siente mi presencia o por lo menos no tienen tiempo en su discusión para hacerlo. Comienzo a caminar suavemente en su dirección, quiero saber por que discuten, al caminar la distancia se ve mas lejana, al parecer estoy destinado solo a ser espectador, me siento en una roca cercana y veo todo desde lejos.

Un sujeto me apunta, le digo que se aleje, que no sea estúpido, que no le quiero hacer nada, la gente a mi alrededor se acerca, no se dan cuanta de que están en peligro, les digo que se alejen, les digo que no caminen por acá, que no sean imbéciles. El sujeto que me está apuntando tiene un abrigo largo y negro, una camisa de seda negra y unos pantalones de vestir, el viento le mueve el pelo como a mi, nos tapa la cara, me está mirando a los ojos, me está amenazando, a lo lejos en una roca veo a un sujeto igual a él, este sujeto sólo está sentado, como un espectador , como si no quisiera meterse en la pelea, como si supiera que va a salir herido de esta situación.


(Algo sale disparado dentro de un túnel negro con tonalidades azules, es como un carrusel recto que viaja a una velocidad incomparable, el tramo del comienzo es largo. Antes de que partiera sonó una explosión, una explosión que dejaba la sensación de un pito en el cerebro, durante el trayecto de este objeto recuerdo pequeñas imágenes de mi vida, pequeñas imágenes con algo en común, las imágenes eran de la crueldad que alguna vez tuve con mucha gente, del daño que le hice a mucha gente, caras llorando,
caras que nunca había de olvidar).

Ahora al fin puedo reconocer que es lo que tiene en las manos el sujeto del abrigo, es un revólver, creo que lo disparó, tengo miedo, estoy paralizado, me siento helado. Escuché un estallido, espero que no sea el arma, espero no sea eso, mi vida estará acabada, mi vida termina acá. Le grito a le gente que corra, que desaparezca, que este sujeto está loco; aparentemente nadie me puede escuchar, nadie se percató del fuerte estallido, nadie excepto el sujeto de la piedra.

Ya era hora de acabar con esto, introduje mi mano en el bolsillo de mi abrigo, apunté fijamente, el revólver está bien cargado, no hay que temer. Presiono suavemente el gatillo, es un momento que he de disfrutar puesto a que no se volverá a repetir, suena fuerte como el grito de un pequeño en la oscuridad de la noche, el chico que está frente a mi, no se inmuta solo grita improperios a la gente que lo rodea, que lamentable que nadie se de cuenta de él, que lamentable que esté loco. Al fin veo esa hermosa bala salir de su triste y largo cañón, la veo como se dirige potente y majestuosa a su destino fatal.

Oh, que lamentable el espectáculo que me ha tocado ver; el viento corre, dos chicos enfrentándose al parecer verbalmente - ¡¡ mierda!! - escuché algo similar a un disparo, no puedo creer que el chico del abrigo tenga un arma, le ha disparado a su amigo, le ha disparado a un joven, y yo sólo puedo estar de espectador, que lamentable tragedia, qué me esperará a mi.

Veo como la bala se me acerca, imágenes de mi infancia recurren a mi, veo como la bala, como esa plateada bala, se me acerca, veo como quiere penetrar en mi, no me puedo mover sólo logro mover mi cara, lo intento, lo intento, pero solo puedo moverla en una dirección. Ya es demasiado tarde, siento como la muy maldita comienza a rasgar mi piel, como penetra poco a poco en mi sien, como rompe cada tejido, como choca de golpe con mi cráneo, como lo destroza, siento como pasa a llevar partes de mis sesos... ya es tarde, estoy cayendo, nadie me ve, nadie me sostiene. He caído, veo por última vez el pasto verde sin cortar, lo huelo por última vez, estoy muriendo, mas ya nada queda, es mi fin.

Que hermosura, al fin veo la bala que se dirige a tu cara, al fin podré ver como morirás, que bello espectáculo; ver como la bala te vuela los sesos ver como la bala penetra en ti. No sangras casi nada, ya me lo veía , te has cortado tantas veces que ya no te queda sangre -¡¡jajajajajaj!! - Aún así disfruto ver como corre por tu rostro, me encanta la forma en la que caes, al fin te das cuenta que a nadie le importas, que a nadie le importaste nunca, quisiste matarte, siempre quisiste morir, ahora disfruta tu muerte, tu tan esperada muerte.

¡Oh no! el chico del abrigo realmente disparó el revólver que tenía en sus manos, que acto más desmotivante para la juventud, el hecho de ver como un chico le vuela los sesos a su amigo, qué dirán lo pequeños cuando vean a un joven tirado en el pasto con su sien abierta, llena de sangre, infestada de trozos de sesos cubiertos por moscas y hormigas, es un acto descorazonado.

Bueno, ahora he de irme, nadie se percató de tu muerte así que no tengo de quien arrancar, solo te dejo el arma a tus pies por si aún no estás muerto, para que acabes con tu vida como siempre lo quisiste - jaajaja - . Adiós, mi trabajo termina acá.

El joven del arma se agacha, al parecer deja el revólver a sus pies, creo que quiere que piensen que el mismo se mató, se está arrancando, qué puedo hacer, no me puedo mover...
Una gota de sudor ardiente comienza a salir por entre mi sien, creo sentir el olor a sangre, estoy cayendo, es tarde, presiento que es mi fin.





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